Karla es una chica a la que le gusta ir a museos, la música indie y el cine de fantasía. Tiene el cabello liso, castaño, y los ojos azulados. Trabaja de teleoperadora en Valencia y le gustaría dedicarse al diseño de páginas web.
Tiene 23 años, y desde los 14 años ha estado con distintos hombres en relaciones románticas, y aunque no se sentía mal con ellos, sentía que era algo con lo que no acababa de sentirse feliz. Pero ahora, con 23 años, ha empezado a relacionarse con mujeres, y ha llegado a la conclusión de que es con lo que realmente se siente a gusto. A causa de la #CompHet, le ha costado darse cuenta de ello. Le ha costado asumir que no va a vivir el típico cuento de fantasía que siempre ha visto desde niña, donde una femenina princesa es enamorada por un masculino príncipe, tienen hijos, y viven felices para siempre.
Desde pequeña se le inculcaba que una mujer tiene que estar con un hombre, y un hombre con una mujer. Que no hay más opciones válidas, o son opciones que no están tan bien vistas. Y llegar a la conclusión de que realmente no me gustan los hombres, es un choque de realidad, un proceso duro.
#CompHet: es la abreviación de heterosexualidad compulsiva y obligatoria, que es la idea de que la heterosexualidad se nos ha impuesto por la sociedad y la cultura en la que vivimos. El término se usa especialmente entre mujeres que son lesbianas.
Éste colectivo es de los más discriminados dentro del colectivo LGTB+, debido a la influencia de la misoginia, la lesbofobia y el patriarcado.